Nuestros artesanos
Queremos que conozcas la vida y el sentir de los protagonistas detrás de cada artesanía, asi como las tradiciones estéticas y culturales vinculadas a la labor artesanal de las comunidades en Colombia.
Conoce a nuestro artesano del mes
Cada artesanía tiene una historia que contar: la de las manos que la crearon. Cada artesano tiene una percepción especial sobre la vida; sus tradiciones, creencias y sueños; plasman un sello especial, único e indestructible sobre su creación.
El que-hacer artesanal es la manifestación más tangible del patrimonio cultural de las comunidades en Colombia, de sus saberes ancestrales, aprendidos de sus antepasados, a través de las generaciones. Es la más bella expresión de lo cotidiano, de su relación con el entorno y la naturaleza, es el lazo de unión con su espiritualidad, con sus territorios, con su manera de vivir, ver y sentir.
En 369 Open queremos que los conozcas a todos y cada uno, con sus historias, sus técnicas y sus sueños. ¡Bienvenidos!

Tejiendo una red de historias
En 369 Open, estamos tejiendo una red de artesanos en toda Colombia, desde el norte hasta el sur, conectando talentos y tradiciones únicas. Nuestra misión es descubrir y promover la riqueza cultural de cada región, desde las costas caribeñas hasta los Andes y el Putumayo.
Estamos uniendo a artesanos de comunidades indígenas, afrocolombianas y campesinas, para crear una plataforma que celebre la diversidad y la creatividad de nuestro país. De esta manera, 369 Open se convierte en un puente entre las raíces de Colombia y el mundo, llevando la auténtica esencia de nuestra cultura a todos los rincones del planeta.
Nuestro compromiso
Apoyamos a los artesanos locales, garantizando una fuente de ingresos sostenible, ofrececiendo productos de alta calidad que reflejen la excelencia y la autenticidad de la artesanía Colombiana.
Nuestra razón de ser
Nos aseguramos de que nuestros artesanos reciban una compensación justa y equitativa por su trabajo, asegurando que puedan mantener una calidad de vida digna y continuar desarrollando sus habilidades y tradiciones.
Más verde
Nuestros artesanos tienen prácticas de producción sostenibles; limpias y respetuosas con el medio ambiente, utilizan materiales reciclables y fibras naturales biodegradables, conservando el patrimonio natural Colombiano.
"Con el objetivo de hacer
productiva la tierra de sus ancestros"
En el municipio de Monguí, departamento de Boyacá, en Colombia; nació Mardoqueo Ladino, desde pequeño aprendió el oficio de la cestería, el cual le fué transmitido por su abuela y su mamá.
Después de finalizar su secundaria, viajó a Bogotá en busca de mejores oportunidades. Allí permaneció alrededor de 12 años y finalmente, decidió regresar al páramo de su amada Boyacá con el objetivo de trabajar y hacer productiva la tierra de sus ancestros.
Inició la siembra del esparto y de la paja blanca, mejoró la técnica de recolección, dándose cuenta de que las artesanas necesitaban una materia prima con ciertos parámetros de calidad, como el buen estado de madurez, tamaño y limpieza de la fibra, implementó controles y buenos manejos, lo que le permitió posicionarse y vender a un mejor precio.
Así, inició su trabajo como recolector de esparto hace más de ocho (8) años y hoy, las artesanas reconocen a Mardoqueo como el proveedor que les trae material de excelente calidad. En 2015, en el marco de la implementación de la estrategia de mejoramiento productivo de Artesanías de Colombia, Mardoqueo recibió asistencia técnica para el aprovechamiento sostenible de esparto, a través del desarrollo de talleres de implementación de buenas prácticas y el acompañamiento en el trámite ambiental para el acceso legal del esparto.
Después de tres años de gestión y acompañamiento permanente por parte de Artesanías de Colombia, en 2018 obtuvo el primer permiso de aprovechamiento sostenible de la especie no maderable esparto, ubicada en el Páramo Guina, departamento de Boyacá, otorgado por la Corporación Autónoma Regional CorpoBoyacá, y beneficiando a las comunidades artesanas dedicadas a la cestería en la región.
Actualmente, cuenta con un grupo de 12 recolectores que cada 20 o 30 días realizan la recolección del esparto, además, creó el colectivo “Artesanías del Páramo de Guina” donde trabajan en su mayoría artesanas cabeza de familia, elaborando cestería en esparto.
Hoy, en 369 open, trabajamos en unión con Mardoqueo para llevar al mundo un poco de nuestra historia, de nuestra tradición y de nuestro amor por los productos artesanales Colombianos, en cada fibra, en cada producto, vive la historia de nuestros recolectores y artesanos, que con sus manos sueñan con seguir tejiendo paz y oportunidades de desarrollo no solo para sus familias, también para una Colombia que tiene mucho para enseñarle al mundo!
“El que no madruga a
tejer en Morroa, luego tiene que hacerlo en el calor”
El municipio de Morroa, en el departamento de Sucre, al norte de Colombia; vió nacer a Minelva Corena, una extraordinaria artesana dedicada al tejido especialmente de hamacas. Su técnica y calidad en el tejido, la heredó de su abuela y de su madre quienes con dedicación y disciplina le enseñaron el oficio.
Cuando contaba con cinco años de edad, inició su aprendizaje devanando el hilo, (una técnica que permite enrollar el hilo alrededor de un carrete), a los diez años se va a vivir con su abuela y durante este tiempo aprendió inicialmente a hacer bola el hilo y a tejer fajas en telar vertical, durante el día tejía la faja y la dejaba lista para venderla al día siguiente, con lo que compraba el café para la casa.
Un año después; a los 11 de edad, Minelva deja de tejer las fajas en el telar de 15cms, y pasa a tejer hamacas en el telar de 2 metros en el que se hacen las tradicionales hamacas morroanas.
La vida de Minelva (como la de muchos Colombianos de las regiones) se vió enmarcada por el conflicto armado, especialmente en los montes de María, desde su Morroa del alma, se escuchaban constantemente el ruido de los helicópteros del Ejercito Colombiano y los bombazos propios del enfrentamiento armado con las guerrillas, que sembraron de terror los campos y las regiones.
La guerra era un demonio que traía desolación y pronto hizo que su pueblo quedara aislado y sin la posibilidad de sacar los productos de muchos artesanos que, como ella, seguían tejiendo sueños.
Como suele suceder frente a las crisis, llegaron las ideas innovadoras, Minelva empieza a incluir flecos en macramé a las hamacas, nuevos colores y diseños, pronto sus productos se nutrieron de colorido y una gran calidad en el tejido; hoy en día, Minelva, elabora sus hamacas en cuatro telares, iniciando sus labores desde las 4 de la mañana, porque como ella misma dice: “el que no madruga a tejer en Morroa, luego tiene que hacerlo en el calor”, desde las tempranas horas del día, tiran en los telares los 1.050 hilos para hacer las tradicionales hamacas morroanas, que tienen el tejido más suelto si se comparan con las de San Jacinto o La Guajira.
Minelva Corena, es otro ejemplo de la mujer Colombiana, trabajadora, disciplinada e innovadora. Ella, como tantos artesanos, en compañía de nuestro equipo de 369 Open, seguiremos trabajando para llevar al mundo nuestra historia y la de nuestra gente, representadas en nuestras artesanías; porque ¡somos tejedores de sueños!